Puede resultar interesante observar a lo largo del tiempo la
presencia de estos singulares caminos en las diferentes cartografías o en
simples anotaciones y croquis que enriquecen o duermen en cualquier archivo.
Representación
gráfica, expresión gráfica o dibujo son conceptos que se entienden como un
lenguaje propio, a la vez que básico, de diferentes técnicos relacionados con
la ingeniería o la arquitectura, uno puede expresarse gráficamente desde el
arte o desde la técnica; en cualquier caso, y como recuerda el Prof. Gentil,
el objetivo de las representaciones técnicas es “definir, mediante el lenguaje
gráfico, una realidad espacial de manera exhaustiva, no ambigua y no
contradictoria”¹.
Pero la cuestión central que nos ocupa es entender cómo siglos
atrás se describían o representaban las vías pecuarias; en este sentido
conviene recordar que la percepción de las medidas en el pasado se regían por
otros parámetros diferentes a la metrología organizada del último siglo: eran
el cuerpo humano o la naturaleza, que rodeaba a los que cultivaban la tierra y
criaban ganado, los elementos de referencia para dar y tomar medidas.
Sabemos por los distintos documentos y estudios sobre las vías
pecuarias que en diferentes épocas con más o menos interés se manifestaba
periódicamente la necesidad de sistematizar la Cartografía Cañariega; primero
la Mesta, luego la Asociación Nacional de Ganaderos del Reino, también otras
Instituciones, lo han vendido intentando. La realidad es que no nos ha llegado
un trabajo integral que plasme la cuestión.
Los Quadernos de Leyes de la
Mesta informan sobre el ancho legal y sobre la situación jurídica de la
tipología viaria y también los Apeos de los Alcaldes Mayores Entregadores y
otros fondos documentales del Archivo incluyen planos locales, junto a la
descripción de itinerarios y deslindes.
Hay un acuerdo de la Junta General del Honrado Concejo, firmado en
Madrid a 5 de octubre de 1717 y ratificado al año siguiente, para nombrar un
cosmógrafo que dibujase un mapa general de cañadas del reino para su
restablecimiento, lo que denota un deseo de clarificación del sistema caminero
pastoril para luchar contra los rompimientos y actualizar derechos de tránsito:
“…teniendo noticia [se hizo el encargo del mapa] que muchas de las
Cañadas del Reyno por donde transitan los ganados a extremos y sierras se
hallavan unas mui minoradas y otras totalmente zerradas, de jénero que muchas
villas y lugares y otros particulares ympedían el paso, y si le concedían hera
a costa de mucho dinero. Y que siendo tan ymportante a la Cavaña Real, a fin de
que se pusiesen todas corrientes y no hubiese el menor embargo, les parecía que
por medio de un cosmógrafo, suministrándole los papeles y noticias necesarias,
podía lograrse”².
En la historiografía que Pedro García Martín hace en
“Cañadas, Cordeles y Veredas” se señala que el Presidente de la Mesta encargó a
unos vocales que buscasen los prácticos más avezados en la labor y determinó,
previa aprobación del Consejo de Castilla, que se efectuase una derrama de un
maravedí por cabeza de ganado para sufragar los gastos del trabajo. Las
diligencias realizadas por estos comisarios se limitaron a consultar al P.
José Casani, catedrático de matemáticas, y a don Felipe Palota,
cartógrafo real que por entonces estaba confeccionando un mapa de España, quienes
aconsejaron la delineación de las cañadas en un plazo de ocho años y por un
solo cosmógrafo para unificar criterios³.
El método de trabajo que se acordó en la Junta de Talavera de 26 de
abril de 1718 consistía en que el citado cosmógrafo, acompañado de un ganadero
inteligente de la zona, fuese cada dos años siguiendo las audiencias de los
Alcaldes Entregadores de los cuatro partidos pecuarios; nunca más se supo de
dicho encargo. Ha habido otros intentos posteriormente; por ejemplo se encarga de
parte de la AGGR en 1837 donde se decidió que se comenzase por Segovia, al ser
ésta una provincia central en el entramado y después de efectuar el encargo y
por diversas causas, se suspenden los trabajos y no ven la luz. Así las cosas,
en adelante analizaremos diferentes tipologías y trabajos dispersos sobre el
asunto; es evidente la falta de jerarquía y estructura global, como se ha dicho
en los párrafos anteriores, lo cual refuerza si cabe el concepto de cartográfía
individualizada, difusa y espontánea. Estamos ante representaciones que son
hijas de un tiempo condicionado y subsidiario.
Plano cartografía.
En cartografía, los planos son representaciones
geográficas de grandes extensiones de un territorio, mayores a las
que se representan normalmente en planos arquitectónicos. Por ejemplo, un plano urbano
es la representación de una ciudad. El plano se diferencia del mapa en
que para elaborarlo no es necesario realizar una proyección (el procedimiento matemático
empleado para representar una superficie curva en una plana). En el caso de un
plano, la curvatura de la superficie a representar, por su escasa extensión, es
mínima o inapreciable, lo cual hace innecesaria la proyección, que sí sería
pertinente para representar territorios más extensos. Permite observar las
obras humanas y lugares determinados, pero está elaborado de acuerdo a la
interpretación del dibujante.
Su escala (por ejemplo, 1:5.000) suele ser por tanto mayor
a la de los mapas (a partir, por ejemplo de las hojas del Mapa Topográfico
Nacional de España más divulgado por el Instituto Geográfico
Nacional, que están a escala 1:50.000).
Mapa.
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Para otros usos de este término, véase Mapa (desambiguación).
Mapa antiguo (aprox. 1650) que representa a la península de California como una isla.
Mapa político de la tierra (Basado en el mapa de la CIA)
Un mapa es una representación gráfica y métrica de una porción de territorio
generalmente sobre una superficie bidimensional, pero que puede ser también
esférica como ocurre en los globos terráqueos. El que el mapa tenga propiedades
métricas significa que ha de ser posible tomar medidas de distancias, ángulos o
superficies sobre él y obtener un resultado que se puede relacionar con las mismas
medidas realizadas en el mundo real.
Iniciados con el propósito de conocer su mundo, y apoyados primeramente
sobre teorías filosóficas, los mapas constituyen hoy una fuente importantísima
de información y una gran parte de la actividad humana está relacionada de una
u otra forma con la cartografía.
Actualmente se tiene la inquietud (y la necesidad) de proseguir con la
nunca acabada labor cartográfica. El universo
en general (y el Sistema Solar en particular) ofrecerá sin duda nuevos
terrenos para esta labor que tiene orígenes inmemoriales.
El uso de las técnicas basadas en la fotografía por satélite, ha hecho posible no sólo
conocer el contorno exacto de un país, de
un continente,
o del mundo,
sino también aspectos etnológicos, históricos,
estadísticos,
hidrográficos,
orográficos,
geomorfológicos,
geológicos,
y económicos,
que llevan al hombre a un conocimiento más amplio de su medio, del planeta en
el que vive.
La historia de la cartografía abarca desde los primeros trazos en la arena o nieve, hasta
el uso de técnicas geodésicas,
fotogramétricas,
y de fotointerpretación.
Los errores geométricos de un mapa suelen mantenerse por debajo de
lo que el ojo humano puede percibir. Es habitual cifrar el límite de la
percepción visual humana en 0,2 mm.
La cuestión esencial en la elaboración de un mapa, es que la expresión
gráfica debe ser clara, sin sacrificar por ello la exactitud. El mapa es un
documento que tiene que ser entendido según los propósitos que intervinieron en
su preparación. Todo mapa tiene un orden jerárquico de valores, y los primarios
deben destacarse por encima de los secundarios.
Para poder cumplir con estas exigencias, el cartógrafo
puede crear varios "planos de lectura". En todo momento se deben
tener presentes las técnicas de simplificación, a base de colores o
simbología,
sin perder de vista que en un plano de lectura más profunda se pueden obtener
elementos informativos detallados. La cantidad de información debe estar
relacionada en forma proporcional a la escala. Cuanto mayor sea el espacio dedicado a una
región, mayor será también el número de elementos informativos que se puedan
aportar acerca de ellos.
En definitiva, todo mapa tiene que incluir una síntesis de conjunto al
igual que un detalle analítico que permita una lectura más profunda. El nivel
en que se cumplan estas condiciones, será igualmente el nivel de calidad
cartográfica de un determinado mapa
Croquis es un diseño o dibujo
abocetado que plasma de forma simplificada
una imagen o
una idea,
confeccionado con instrumentos de dibujo; y que a veces es de difícil
interpretación, o sólo es legible para el autor. Por lo general se trata del esquema
elaborado a partir de la copia de un modelo proveniente de la naturaleza
o de la plasmación visual de un concepto proveniente de la imaginación.
Se suele realizar a mano alzada, sin la ayuda de elementos técnicos (según
el DRAE,
"croquis" es "diseño ligero de un terreno, paisaje o
posición militar,
que se hace a ojo y sin valerse de instrumentos
geométricos").1
Tiene su origen en la lengua francesa, donde, desde el siglo XVIII, y
derivando del verbo croquer ("cascar" y "comer",
proveniente a su vez de la onomatopeya croc), significa "dibujo" o
"diseño rápido";2
hecho, por tanto, sin detalles ni grandes precisiones.
La técnica de croquis debe ser aplicada tomando en cuenta las líneas
principales de un dibujo, por lo tanto para un ojo educado la ejecución debe
realizarse en corto tiempo, ya que sólo hacen falta un par de líneas para
identificar el objeto representado